¡Ay!¡ Cómo ha podido ser tan ingenuo mi señor! No hay quien se crea que ese desconocido volverá . Lástima que ese día no fui corriendo a impedirle a mi señor que entregara la bolsa con los 500 ducados. Pero soy su amigo y, aunque sea tarde, debo decirle claramente lo que opino. No sé muy bien cómo hacerlo. Aunque estoy pensando que sería una excelente idea escribir todo lo ocurrido en mi libreta. Así se enterará.
Me gusta el nuevo formato del blog Adrián. Se nota que después de todas las pruebas que has ido haciendo le estás dando un estilo más claro y sencillo a tu blog. Me parece que vas imprimiéndole tu carácter. Eso está bien.
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